Irene Montero, la Ministra de Igualdad de 32 años, sigue acaparando titulares, haciendo entrevistas en medios de comunicación. Parece ser, que la mujer del líder de Unidas Podemos, se ha aficionado al mundo de las revistas femeninas.
En primer lugar, realizó una entrevista para Diez Minutos, donde se le llamó “La Preysler de Galapagar“, y donde dio detalles de la vida íntima con su marido. En esta ocasión, Montero concede una entrevista para la conocida revista “Vanity Fair“.
Durante toda la entrevista, la ministra no hace referencia a la pandemia del coronavirus, y apenas a temas políticos. Habla de su relación con Pablo Iglesias y sus tres hijos, y comenta como es su vida en pareja diariamente.
“No es sencilla la armonía con tres niños pequeños. Te puedes querer, ser una pareja engrasada y, aun así, por la mínima chorrada, el cansancio, la saturación, puedes acabar mirándote y preguntándote: `¿De qué estamos discutiendo?´”.
Además de esto, Irene se atreve a hablar sobre el acoso que han recibido ella y toda su familia en su propia casa de Galapagar. Según ella, esta situación de tensión afectó bastante a su relación de pareja con Iglesias.
Comenta su vida en pareja
Tras la infinidad de rumores que ha habido en las redes, donde se ha comentado que Pablo Iglesias le ha sido infiel en varias ocasiones, la ministra de igualdad se ha visto obligada a desmentir dichos comentarios.
“Si Pablo no fuera una persona extremadamente sensible, hubiese sido muy difícil transitar en nuestras condiciones los acontecimientos que hemos vivido. No es que me haya apoyado, es que lo hemos sufrido, reído y vivido todo juntos”.
“Quien se inventa cosas no conoce nuestra vida. Cualquiera que vea nuestra rutina se reiría mucho, como les ocurre a nuestros escoltas y a la gente que trabaja con nosotros”.
Irene Montero también ha aprovechado para definirse a sí misma ante los medios. “Soy muy vehemente, muy poderosa en ese sentido, y controladora con todo. Procuro contenerme, trabajarme en ese aspecto para afrontar las cosas desde otra perspectiva. Tengo mi mala leche y también mis inseguridades, pero con los niños me doy cuenta del ímpetu y del carácter que tengo, aunque las decisiones sobre nuestros hijos son compartidas con Pablo, que se ha demostrado más hábil que yo en muchas cosas”.